A veces no es suficiente con tener muchas ideas en la cabeza. En mi caso, el estado de ánimo, juega mucho más que el tener muchas ideas. ¿No os pasa eso a vosotr@s?
Tengo ideas escritas, temas que tratar, alguna que otra historieta pensada… pero cuando llega el momento de ponerte serio y preparado para llevar a cabo cualquiera de las ideas que pasan por mi mente, las ganas que tengo según el estado de ánimo son las que acaban ejecutando la acción.
No digo que esté siempre depre o bajo de moral. A veces (o la gran mayoría) es el típico papel de “no tengo ganas porque estoy cansado y no quiero moverme del sofá”. También influye mucho el ajetreo que tengas durante el día. El trabajo, el día a día o las cosas que has estado haciendo durante el día, te acaban agotando la batería interna de nuestro cuerpo.
(supongo que ficticia) sobre una señora mayor que pide unas bolsas para guardar la compra y el cajero le reprocha a la señora mayor que hay que reciclar. Que si no hubiera sido por todo el derroche que han tenido desde años atrás, no estaríamos en esta situación de porquería ambiental. La señora le responde que claro, que en sus tiempos no había este movimiento verde medio ambiental pero que los “cascos” de las botellas de cerveza, coca cola y otro tipo de bebidas se devolvían a las tiendas, se esterilizaban y las volvían a rellenar. También los pañales de los niños eran unas enormes gasas que se lavaban y se volvían a utilizar (yo las tuve). Que ellos en sus tiempos, con dos enchufes en la casa ya se bastaban para dos aparatos electrónicos que tenían. Etc, etc, WC. 
