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Diario personal jotapeniano

sábado, 19 de noviembre de 2016

Adiós, Pearsy

Buenas, soy Jotapé y me gusta reflexionar.

En este caso, es como si fuera una reflexión implícita. Os explico.

Hace poco menos de un año, decidimos adquirir a estos dos canarios (macho y hembra) ya que o el Papa Noel o los Reyes Magos (no recuerdo ahora bien quién de los dos, aunque creo que el primero) nos trajo una jaula. Sí. Simpático el Papá Noel. Después de ese regalo, no nos quedaba otra opción que comprar un canario para meterlo dentro de la jaula, ¿no? No, sé que estabais pensando en meter a la suegra pero no... que si no se queda en casa!! Está muy bien en su casa. 

Al tener dos nenes en casa había que comprar uno para cada uno para que no hubieran peleas (tranquilidad, Papá Noel fue muy inteligente y trajo una jaula lo suficientemente grande para albergar a dos pajaritos y a sus correspondientes crías). Estaba en todo el señor, por llamarlo de una forma sutil. 

Pues nada, dos que se compran y se les pone nombres. Nombres totalmente raros, para qué engañarnos: Sasuke (el de la izquierda de la foto, supuesto macho) y Pearsy (por descarte, el otro. Hembra).

Al tiempo, el macho no había manera que cantase. La hembra llegó a poner una puesta de huevos (no va a ser de sol, claro) pero todos vacíos. No estaban pisados. Si hay alguien que esté leyendo y no sepa qué significa huevos pisados, que se vaya a son google y que lo mire, no tengo yo tiempo ahora para farolillos... 
Volvimos a vaciarlo todo y a las semanas, volvió a poner otra puesta. Pero para nuestra sorpresa, al tercer día no ponía un huevo, si no dos. Eso es IMPOSIBLE. Por lo tanto, estaba claro que si el macho no llegó a cantar en ningún momento era porque era otra hembra. 

Total, que después de estar sopesando qué hacíamos con las dos hembras y hablando con el de la tienda de animales, nos dijo que se equivocó y que nos cambiaba a una de las hembras. Al final, Sasuke fue la escogida (decisión de la cual me arrepentí muchísimo poco tiempo después) e hicimos el cambio por otro canario macho. De ese, no tengo foto, todavía. No le he hecho, qué le vamos a hacer. Total, que este macho sí que cantaba. Y mucho!! Pero mucho cantar y dos puestas más que puso, todas vacías. De hecho, se tiraban todo el día peleando por la jaula. 
Llegó el verano y se acabaron las puestas y los separamos para que dejasen de pelear. 

En octubre, volvió a poner una puesta. Vacía claro. Pero eso es un hecho totalmente raro. Siempre lo hacen en primavera, no en otoño. A partir de ahí, empezó a incubar los huevos pero al tercer día, se salió del nido y ya no volvió a ponerse. Hice estrategias para que consiguiera ponerse dentro y lo conseguí. Pero cuando comprobé que los huevos no estaban pisados, se lo quité todo y los dejé los dos juntos. Estaba rara. Todo el día embolada. Me tenía preocupado. Le puse vitaminas y al parecer le iba bien. Le ponía comida y agua y venía corriendo a comer. Pero luego se tiraba todo el día embolada, durmiendo. El sábado por la mañana, la veo que está apoyada en el bebedero y abro las persianas del comedor y como veo que no se mueve, le hablo y veo que ni caso. Me agacho para ver qué le pasa y me doy cuenta que está más tiesa que una piedra. 

No sé cuánto tiempo tenía, pues la compramos y no caí en preguntarle la edad. Sea por lo que sea, ya se fue. Lo curioso que ha sido una pájara que ha tenido tela y ha sido un poco malvada. Aun así, el cuerpo se te gira. 

En fin, que ya está enterrada y en otra galaxia. 

A todo esto, también me viene a la cabeza los comentarios de la gente que no entiende porqué se le hablan a los animales. Si no lo entiendes, tampoco critiques a los que lo hacen. Aunque nosotros, hablamos a los pajaritos como si nos entendieran. Cosa que reconozco que no nos entiendan. Pero por costumbre, les hablas y los riñes. 

La cuestión es que cada uno es libre que querer a quien quiera y como quiera sin que nadie tenga que sentirse lo suficientemente importante como para poder juzgar sobre lo que hacen otras personas con sus animales. 
Siempre me ha parecido escuchar cosas como:
- "¿Tú te crees? Hablando con el perro como si fuera una persona"
- "Están con el perro más que con su propio hijo!"

Y así, un largo etcétera. ¿A los demás qué les importa? ¿No son seres vivos que escuchan y entienden? ¿Porqué no se les puede hablar? Ni que fueran sustancias muertas. Hay que joderse. Pero en fin, si ellos así lo deciden y piensan que es de locos hablar con sus animales, pues lo respeto, allá ellos/as, pero yo no me reiré de ellos porque no les hablen a los animales. Respeto y que cada uno haga lo que crea conveniente. Aunque eso sí, no me reiré de ellos/as, pero tampoco estaré de acuerdo en qué no se les pueda hablar a los animales. 

Os pensaréis que soy un gran defensor de los animales. No, no soy un defensor radical, pero sí lo justo para no entender según qué comentarios. Es más, he visto personas reírse de otras que hablan con sus animales y ser una persona que, como persona, deja muchísimo que desear. Prefiero hablar con los canarios antes que con esa persona. 

En definitiva, nos hemos quedado con el macho solo, para disfrutar de su cante y, alrededor del mes de febrero, iremos a pillar a la nueva hembra para ver si este año que entra podemos tener pichones. Es algo que me gustaría disfrutar mucho. Verlos de pequeño, darles de comer, ver como crecen, etc. Estoy seguro que es una experiencia gratificante. Los niños estaban deseosos de ver pichones nacer y crecer. Pero este año no ha podido ser. Cruzaremos los dedos y esperaremos que el año que viene sea el año "pichón" je je je. 

Por lo demás, no juzguéis a la gente con el apodo "locos/as" porqué hablen con sus animales. Muchos de ellos entienden y te quieren con locura. Muchos más que otros seres humanos. 

Saludos. Y en la siguiente, más y peor. 

Jotape

2 comentarios:

  1. Yo tenía un canario al que le llamábamos Lucas. Siempre le decíamos "Hasta luego Lucas!". Yo creo que las personas hemos creado una sociedad tan fría y poco natural que necesitamos rodearnos de naturaleza para no acabar totalmente locos. Pero no somos capaces de disfrutar de la naturaleza, de alguna manera sólo sabemos someterla. Cuantificamos el valor que tiene y le extraemos una parte para nuestro beneficio. Vivimos en una ciudad de cemento pero cada diez metros ponemos un cuadrado en el suelo con tierra para poner un árbol, como si al árbol en cuestión le hubiera tocado la lotería por estar al lado de un semáforo, ponemos un tiesto para una planta en la ventana, terraza o recibidor. Tenemos esto como un trofeo, no hemos aprendido a convivir sino a someter. Por ejemplo yo le hablaba a mi gato, Mikan, y jugaba todo el día con él, fui muy feliz cada día que estuve con él y le echo muchísimo de menos. Con el tiempo he pensado que si le hubiera querido como un buen amigo no le habría obligado a vivir conmigo. Le cuidé mucho e hice siempre lo mejor para él pero a veces me siento mal porque creo que lo más justo habría sido que hubiera tenido derecho a ser libre. Tengo bastante cacao con este tema. Lo que sí puedo decir es que nunca me ha preocupado que puedan decir lo que sea si le hablo o no al gato o si jugaba con él como si fuera un "ñiño" pequeño. Lo importante era el vínculo que había entre los dos y lo demás no importó nunca. Y cada día me acuerdo de él y no me importa lo que los demás piensen de esto :) :) Si te importa algo o alguien lo demás está de más.

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    1. Eleco, partiendo de la leyenda de que los gatos son muy independientes y Mikan estaba mucho contigo, algo quiere decir eso, ¿no?
      Hay que ser más optimista y positivo en algunos aspectos. Mikan tuvo una vida que cualquier gato que está en la calle, pasando frío, día sí y día también, ya le hubiera gustado. Por lo tanto, si se hubiera querido escapar, ya lo hubiera hecho. Creo que es algo recíproco y que tanto tú estabas bien con él como él contigo. NO te comas el tarro, un animal depende mucho de una persona (no siempre) pero los domésticos se acostumbran a sus comodidades. El amor de un animal es de lo más fiel que pueda existir en el mundo. Seguro que han habido muchos momentos en los que él te ha venido a buscar, a dormirse en tu regazo y pedirte mimos. Seguro que sí.
      A lo mejor no nos entienden al 100% de lo que decimos, pero la gran mayoría sí.
      SAludos!!

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