Quién siembra….¿recoge?

 

Siempre he sido el primero en decir que todo lo que tenemos, todo lo que somos es porque nosotros hemos plantado nuestra semillita y, generalmente, da sus frutos, ¿verdad?

Me suena haber hablado de este tema antes pero cuando se pone “de moda”, pues como que me apetece volver a hablar, a recordar que no siempre es así o, al menos, con según con qué tipos de personas.

Durante un tiempo sueles hacer todo aquello que crees que es lo normal, lo que es justo, etc…. pero te acabas dando cuenta, de que “algunas” personas, no todas, pues como que ellos recogen lo que tú siembras y ellos/as no siembran nada hacia ti. Entonces vienen las pataletas de niño chico (por mi parte) de porqué es tan injusto de que tú pienses en todo y en todos pero nadie piense en ti o, al menos, que cumplan “por cortesía”. La cortesía se la pasan por el forro o, más sutilmente, la cortesía brilla por su ausencia.

Por lo tanto, aplico la regla de lo que es justo, la regla recíproca. Aquella regla que muchos diréis que cada uno hace lo que cree justo, que si cada uno allá con sus actos, y bla, bla, bla… Pero a quién ha perdido totalmente mi credibilidad hacia persona, ha perdido que tenga total detalle.

Todo esto viene por unos pequeños detalles que brillan por su ausencia y, en este caso, no me afectan a mí. Afecta a una persona cercana por la que me sabe mal que le pase lo que le está pasando. Pero lo único que puedo hacer es acompañarla e intentar que le cueste poco el poder superarlo. Hay personas que no se dan cuenta del daño que hacen y, lo peor de todo, que hacen que algunas personas se vayan distanciando de ellas.

Hace bastante tiempo que ya me di cuentas de ciertas cosas y por eso, actúo con esa “mala fe” por llamarla así. Pero ahora ya no me preocupa nada en absoluto de ciertas personas. Si me piden ayuda, la tendrán, pero no me avanzo. Si quieren, que se muevan. Pero aquello que hacía antiguamente de estar pendiente de todo, ya pasó a la historia. Lo siento, pero hay personas que no se merecen nada más.

Ya tocaba otra reflexión, ¿verdad? ¿Qué pensáis vosotras/os?

Saludos y nos vemos en la próxima.