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Diario personal jotapeniano

miércoles, 24 de julio de 2013

Una noche rara…

 

Esta noche pasada ha sido rara…

Comenzamos por despertarme a media noche. Me desvelo y en el silencio de la noche, noto a faltar algo. Algo falta. Aunque sean altas horas de la madrugada, tengo la sensación de que algo noto a faltar. Entonces, me doy cuenta. Solo respiro yo en la habitación! Alargo el brazo para intentar tocar a mi pareja de sueños pero está vacía.

Por un momento valoro dónde estoy, qué día es para intentar llegar a la conclusión del porqué no tenía compañía esa noche. No, no debería no estar conmigo, debería estar. Miro hacia el lavabo por si por debajo de la puerta podía ver alguna luz que saliera y que me indicara que estaba en el lavabo. Pero no había luz. Miro el reloj: las cinco de la madrugada. Nuestras puertas estaban abiertas por el aire acondicionado que venía del comedor. Es decir que si estuviera por el comedor o la cocina, la luz debería indicarlo.

Entonces mi mente demente y, concretamente mi corazón, se dispara. ¿qué pasará? ¿A dónde habrá ido? Me dirijo hacia el comedor a oscuras y cuando llego al comedor me llama la atención que el aire acondicionado está apagado y al chocar con un ventilador de pie que tenemos escucho como lanza un gemido. Estaba durmiendo en el comedor. A lo visto no le dejaba dormir y se había ido al comedor. Le digo que ya me quedo yo (al fin y al cabo, me encanta dormir en el sofá) pero bueno, después de una lucha que si tú y que si yo, consigo que se vuelva a venir a la cama. Intento no dormirme hasta que no se duerma ella para dejarla dormir.

Al rato, rato, no sé si por haberme sentado algo mal de comer el día anterior o por el vuelco que me dio encontrarme en la habitación solo, un estómago muy retorcido comenzaba a quejarse más fuerte de lo normal. Decido levantarme e ir al lavabo, molestando de nuevo. Una vez allí, el dolor es más fuerte y algo intuyo que no va bien. Al rato de estar allí sentado noto que empiezo a sudar más de lo normal y a notar como que mi cabeza se me iba, como si me fuera a desvanecer. A mí mismo me digo que no puede ser, no me puedo desmayar, estaba en mitad de la faena, no podía irme así como así, de esa manera. Hago respiración lenta, pausada, me tranquilizo pero me veo en el suelo con el correspondiente golpe y vete a saber que más (os recuerdo que aun me estoy recuperando de la espalda, un golpe por una caída, no sería algo aconsejable). Decido acabar con lo que estoy haciendo, aunque tenga ese dolor de panza todavía y me vuelvo corriendo a la cama. Allí, no me caeré en redondo.

Pero una vez metido en la cama, más sudor y parecía que estaba recién salido de la ducha pero sin secarme. Por otro lado pensaba, si empapo la cama de sudor, va a dormir tu tía Rita. Total, que armándome de valor, me levanto, pase lo que pase, para acabar lo que tenía que acabar en el lavabo, lavarme la cara con agua fresca (y comprobar la palidez de mi cara). Pude hacerlo todo con total normalidad y pude volver a la cama, no sólo sano y salvo si no que también seco y sin pizca de sudor o dolor de estómago.

¿qué pasó? Ni idea. Esta mañana le he dado vueltas un poco al asunto pero sin demasiada coba no vaya a ser que genere un estado-alerta de algo que no tiene importancia y ya sabemos qué pasa cuando nos alarmamos mucho...

Hoy, vida normal. He decidido plasmarlo aquí mientras una pequeña sonrisa se escapa de mi comisura (intento darle un toque de humor para rebajar importancia donde no la hay…). Tenemos que dejar de alarmarnos por cualquier cosa e intentar suavizar situaciones tensas. En este caso, lo conseguí. Pero pueden venir más. ¿Estaremos preparados?

¿Os ha pasado alguna vez? Una situación así bastante complicada, de la que no puedes escapar o eludir?

Salud a todos!!

jotape firma

2 comentarios:

  1. Mi amiga Rocio me dice que cuando ella tiene gastroenteritis,a veces se ha desmayado...
    no se si por ahi pueden ir los tiros....de todas
    formas, con este calor es normal que se cojan gastroenteritis y que la gente se desmaye por bajadas de tension...
    en principio no me preoucparia, otra cosa es que te vuelva a ocurrir....ah, y la cena, mejor que sea ligeritaaaa...jajaja

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  2. Pues estos días, las cenas son ligeritas, ligeritas. Porque con tanta fiesta, pues un bocadillo y arreando que es gerundio. En este caso fue sólo un frankfurt del centro y no creo que fuera eso. Creo que cogí un estado de shock un poco fuerte, jejeje... de momento, vamos bien. Gracias!!

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